jueves, 27 de marzo de 2014

Relaciones online vs. Pareja Real

Todo comienza con un contacto asiduo por medios electrónicos.
Generalmente la inteligencia y el tono personal en las comunicaciones van en aumento. Las palabras se suceden y comienzan las intimidades.

Pasamos luego por comentar que hacemos en ese momento, que nos gusta, donde estamos, que estamos mirando. En este proceso incluso suele haber intercambios de fotos de esos momentos o de lugares que nos gustan o interesaría compartir.

Todo este trayecto se lleva acabo casi sin darnos cuenta la cantidad de tiempo e información que compartimos con ese contacto. Tanto es así que empieza a superar el tiempo, información y charlas que mantenemos con nuestra pareja en la vida real.

Este cumulo de comunicación empieza a crear el imaginario mas autentico (y a su vez imaginativo y perfecto) que podemos concebir de ese ser al otro lado de la línea que nos conquista día a día con su oportunidad y a su vez falta de presencia física, sin crear contratiempos, discusiones ni compromiso.

Como comente en otros artículos es muy difícil sacarnos de la cabeza a ese contacto una vez que hemos pasado por el proceso antes descripto, generalmente la obsesión de este tipo se soluciona cortando todo contacto o en la gran mayoría de los casos produciendo un encuentro real, que en casi el 100% de los casos suele ser desilusorio y nos acerca a la realidad del personaje en cuestión.

Al pasar por este proceso, vamos quemando los puentes de nuestra relación REAL de pareja. Vamos haciendo comparaciones de lo romántico que me escribe, lo nerviosa que me pone que me diga tantas cosas lindas, incluso la adrenalina que nos genera este contacto en ambientes laborales. Esos puentes que se van mancillando en nombre de un amor idílico (ideal) son las cosas que empiezan a notar nuestras parejas. Posiblemente si existían conflictos, estos generen un mayor malestar en nosotros, una aumento de la ira en nuestras discusiones, haciéndonos poner en un lugar de orgullo que genera el tener un amor “tan claro” y “tan firme” como el que tenemos online.

La pregunta que tendríamos que hacernos es:
¿Cómo he llegado a estas conclusiones si lo que conozco del otro no está puesto en el plano de lo real, palpable y contrastable?
¿Cuál es el daño que estoy generando a mi pareja real al no aclarar la situación?
¿Lo que escribo o hablo con ese contacto podría ser lo que necesito de mi pareja actual para reavivar la pasión?

La ilusión del amor es algo hermoso para vivir y experimentar, tal vez el esfuerzo y las ganas puestas en el contacto online bien dirigido y conciliado con nuestras parejas sea tanto o más productivo que una ilusión, esta es la experiencia de la mayoría de los casos que conozco y la mía propia cuando se ha intentado volver al plano real. Por otro lado si el caso es que no existe amor con la pareja real, probablemente es que no vale la pena ni intentarlo.

Finalmente tendríamos que reconocer que si existe un atisbo de razón para seguir con mi pareja, lo más justo y en mi caso creo lo mejor, sería dar las mismas oportunidades, facilidades, tiempos, esfuerzo y propuestas; que sí he facilitado al contacto online; pero en este caso dirigido a la pareja real. Darnos al fin y al cabo la posibilidad de conquistar y ser conquistados y generar la ilusión del amor en el ámbito mas cercano, que es mi relación con la pareja que es real.

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